Después de años de tenerlo olvidado en un cajón, al hacer obras en casa este último verano, y cambiar cosas de sitio apareció, me trajo recuerdos de mucho tiempo atrás, mi trabajo en peluquería, la tienda donde lo compré en los años 70…Fue delante del Mercado de Collblanc, ésta aún existe pero en otra ubicación del barrio.
Todos los objetos que utilizamos cada día tienen un inventor/a, en éste caso la primera patente fue en 1931, aunque anteriormente en la Wikipedia ya se describen artilugios parecidos que han ido evolucionando.
En 1960 el peluquero francés Monsieur Lelievre, lanzó al mercado con la marca BaBylis, el más moderno que ahora conocemos, de acero inoxidable, tiene una almohadilla de goma donde aprisiona las pestañas para arquearlas.
Desde la antigüedad, siempre se ha dado especial relevancia a destacar la belleza de las cejas y pestañas de los ojos de las mujeres, para ello usaban Kolh (Galena molida, y otros ungüentos, o corcho quemado para oscurecerlos) dos grandes civilizaciones, Egipcios, y Romanos, han dejado constancia de ello. En la Edad Media esto cambió, las mujeres destacaban los labios rojos, las cejas oscuras, y la piel muy pálida.
En la actualidad tenemos toda la tecnología, a nuestro alcance para conseguir diferentes efectos en el maquillaje en general y de las pestañas, permanente, extensiones, postizos (También el rizador) y multitud de máscaras diferentes para conseguir efectos sorprendentes.
Carmen Izquierdo.
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