Llave del postigo - Candida correa


Antiguamente,  las casas de los pueblos no se cerraban,   cada casa  tenía su puerta y un postigo que era 

donde la vecina llamaba, para ver si estabas en casa, y las llaves que había eran muy grande, no se podía  llevar en el bolsillo, yo actualmente sigo teniéndola, pues hicimos obra en la casa, pero  no quitamos la  puerta  porque  era centenaria y de una madera que hoy   ya no existe así  el constructor nos aconsejó no quitarla porque era de seguridad.

Hoy día ya no es igual, todo tiene que estar cerrado, asta en los pueblos, la civilización nos ha traído cosas muy buenas, pero nos quitó ese amor que había entre vecino y familiares.

Ya los pueblos no son iguales, no tanto como las capitales, pero ya los vecinos y vecinas no son como antes que eran una piña todos.


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