Nunca valoramos las cosas cuando las tenemos, o más bien, no sabemos lo que tenemos hasta que llega un día en el que desaparecen y es cuándo nos damos cuenta del bien que nos hacían.
Esa normalidad de la que tanto nos quejábamos, es así nos quejamos tanto que a veces somos adictos a las quejas. Y luego cuando no podemos hacer lo que podíamos hacer siempre es cuando queremos volver a hacerlo.
Es como un niño que tiene un juguete y no le hace caso y cuando se lo quitan llora.
Echo de menos tantas cosas que no volverán a ser iguales.
El miedo está cada día contigo. No quisiera tener miedo, pero si mucho respeto al momento en que vivimos. Y nadie para, el mundo sigue a su ritmo,en este camino no sabemos que ocurrirá. Todo es insertidumbre, arriesgar y vivir.
Por que ante todo hay que luchar por ello, por ponerle una sonrisa a cada día, poner coraje, valor y dejar ese miedo escondido, ya que si somos presas de el, nunca seremos libres.
Mariela Ballesteros.
Comentarios
Publicar un comentario