Adolescencia y Juventud de Carmen Iz.

 


Sigo con mis recuerdos de una juventud ya lejana, de los 14 a los 17 años en mi pueblo, dejé de ser una niña con trenzas, me dejaron cortar el pelo, primera señal de que ya eras mayor, me hice 

Carmen 16 años

mujer y tuve más conciencia de que las libertades de que disfrutaban los chicos no eran las mismas, ellos salían por la noche cualquier día, sin embargo las chicas siempre había que pedir permiso al padre, yo no tenía hermanos que me vigilasen, y sólo en las fiestas principales lo conseguía ( y como la Cenicienta a las 12 en casa) Después era la hora de tirar petardos( Y no era cosa de chicas, decían mis padres).

Mis amigas las que tenían hermanos iban menos al campo, fuera de la época de la escuela, yo acompañaba a mi padre a todas las tareas propias de un labrador cada  día. No era moda estar morena con lo cual  en pleno calor con sombrero de ala ancha y mangas largas para que no te diera el sol. Recuerdo que él estaba súper orgulloso cuando le decían que yo trabajaba más que un chico, me daba rabia porque no me consideraba menos que ellos.

De mi adolescencia  y juventud, la fiesta de San Juan  era algo especial, ésa noche sí que pude celebrarla siempre, también como es normal en la vida llegó tener novio, y los 18 los cumplí en Barcelona donde él había emigrado y tenía trabajo, sus padres estaban de porteros en la zona alta de Barcelona, y vine  como chica de servicio interna con las dueñas de la casa ocho meses, eran octogenarias, el resto del servicio también de toda la vida. Prohibido cantar y hacer ruido durante las tareas de limpieza. Yo estaba deseando volver al pueblo, menos mal que había un bosque/jardín inmenso y podía estar en contacto con la Naturaleza. Ahora reconozco que aprendí cosas muy necesarias para el día a día, y a tener mi propio criterio. Por fin  llegó Abril...para  volver al pueblo me compré una Radio  de pilas Vanguard y un traje de Foam que era la moda, hasta los 22 que me casé, pasaba ocho meses en Barcelona y cuatro con mis padres.

Aprendí peluquería en una academia de Plaza de España, y ya entré en contacto con  la zona de Hospitalet, al vivir en casa de una prima de mi edad, por cierto que tenía un hermano y por ser chico no hacía nada en casa, sólo nosotras. Recuerdo del barrio, los Cines Alhambra ya desaparecido y Continental hoy convertido en Bingo. Al año siguiente trabajé en peluquería y manicura tenía bastante independencia, siempre intentando gastar poco para ayudar a la economía  de mis padres.( En aquélla época era normal que el novio pagase las salidas) Ahora se vería de otra forma.


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