Sant Jordi...Tere Crespo

Cuando era niña y ya de adolescente, en mi pueblo no se celebraba la diada de Sant Jordi. Fue cuando vine a vivir a Esplugues cuando conocí la diada. Tras la muerte de Franco, en 1976, tras 40 años de dictadura, la diada de Sant Jordi fue algo especial. A pesar de que durante la dictadura la diada se celebraba estaba muy controlada y no se parecía a la que vivimos ahora.

Según el “cuestionari Català” de Joan Amades, fue en 1436 cuando se instituyó la festividad de Sant Jordi y la tradición es que el hombre regale una rosa roja a la mujer y la mujer corresponda regalando un libro al hombre. Actualmente, las rosas se regalan no solo entre las parejas sino también entre personas que se quieren o se aprecian, es decir entre familiares o amigos.

Shakespeare y Cervantes fallecieron el 23 de abril de 1616. Por este motivo, la UNESCO promovió la celebración del día internacional del libro coincidiendo con la celebración de Sant Jordi, en recuerdo y homenaje a dos de los más grandes escritores de la historia.

En 2020 durante la pandemia no se pudo celebrar Sant Jordi. Creo que a todos nos ha marcado mucho el ver las calles vacías, sobre todo si pensamos en todo lo que significaban esas calles vacías: sufrimiento, tanto para los que enfermaron como para los que perdieron a alguien.

Ahora Sant Jordi es una gran fiesta, la mayoría de las calles están llenas de paradas de rosas y libros. Da gusto pasear por el centro de la ciudad por la gran cantidad de puestos de rosas y libros. El ambiente es festivo y muy colorido. Además, muchos autores están en los puestos y puedes pedirles que te firmen su libro.



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