Cómo han cambiado los tiempos - Maria Rosa Gascón

Soy María Rosa Gascón, nacida en 1957. Creo una de las épocas , más florecientes para España, tras una guerra civil, la cual dejó muchos corazones rotos, de aquellos maridos e hijos que nunca volvieron. Uno de los hijos de mis abuelos no murió en la guerra, pero tuvo que emigrar a México porque les confesó que había matado a un cura. Allí, en México, formó una nueva familia, dejando en España esposa y dos hijos. Mis abuelos no lo volvieron a ver nunca más, ni mi madre tampoco, y era un hijo y hermano muy querido.

Muchas veces, cuando mi madre hablaba de él, se le llenaban los ojos de lágrimas, y mis abuelos llevaban la pena como una losa en el corazón, junto con la pérdida de tres hijas, de dos, cinco y trece años, que fallecieron por falta de avances médicos, como por ejemplo, la penicilina, que tantas vidas ha salvado desde su descubrimiento.

A mi abuela siempre la recuerdo con mal carácter. Recuerdo a mi madre salir a buscarla a las vías del tren de Santa Eulalia. Teníamos que asegurarnos que estaba la puerta cerrada con llave. Ahora, cuando pienso en ella, me da tanta pena... tenía sobrados motivos para estar de mal humor.

A pesar de todo, yo tengo un recuerdo maravilloso de mis abuelos. Vivieron con nosotros (mis padres y mis cinco hermanos) hasta su muerte. Yo tenía entonces trece años. Y me dejaron en herencia un amor que recogí a manos llenas.

En la nevada del 62, recuerdo como al llegar a casa, mis abuelos me calentaban los pies al lado de la estufa, después de quitarme los calcetines mojados, y frotar mis pies con sus manos. Son recuerdos que estarán siempre en mi corazón gracias a que vivían con nosotros. Por eso, ahora veo cómo han cambiado los tiempos: ahora a nuestros ancianos se les lleva a una residencia o se les proporcionan cuidados con una persona interna.

No saben lo que se pierden los niños que no han disfrutado de una convivencia con sus abuelos.

María Rosa Gascón



Comentarios